EL ROSARIO, CON LOS MISTERIOS
COMENTADOS E ILUSTRADOS
Para una información más amplia y profunda sobre el
Rosario, véase la Carta Apostólica de Juan Pablo II: «Rosarium
Virginis Mariae» (16 de octubre del año 2002).
1.
Por la señal de la Santa Cruz,
de nuestros enemigos líbranos Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre, y
del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
2.
Rezar el Acto de Contrición: Señor mío Jesucristo,
Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío; por ser Vos quien sois,
Bondad infinita, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón
de haberos ofendido; también me pesa porque podéis castigarme con las penas del
infierno. Ayudado de vuestra divina gracia, propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. Amén.
3.
Rezar tres avemarías y un Gloria.
4.
En función del día de la semana, elegimos los
misterios a meditar, según lo que se indica más abajo. Tras enunciar el primer
misterio, se reza un padrenuestro

El Rosario, una de las devociones marianas más
extendidas en el pueblo cristiano y que arranca del celo apostólico de Santo
Domingo, es para el Diccionario de la Real Academia Española: «Rezo de la
Iglesia, en que se conmemoran los veinte misterios principales de la vida de
Jesucristo y de la Virgen, recitando después de cada uno un padrenuestro, diez
avemarías y un gloriapatri.»
En verdad ahí están enunciados los elementos
esenciales que lo constituyen, a los que se añaden, según las regiones y
devociones, otros también importantes.
Si se nos permite, podríamos decir que el Rosario
está formado por materiales evangélicos de primera calidad: la selección de los
misterios, ordenados en cuatro grupos, gozosos, luminosos, dolorosos y
gloriosos, que son pasos decisivos de Jesús y de María que nos llevan de la
Anunciación y Encarnación hasta la venida del Espíritu y la coronación de la
Virgen; la oración que Jesús nos enseñó para dirigirnos al Padre, y la que la
tradición de la Iglesia ha elaborado para saludar a María, empleando en parte
las palabras que le dirigieron el Ángel y su prima Isabel; y, como broche de
cada decena de avemarías, la fórmula de alabanza trinitaria. Hay que añadir que
son partes esenciales del Rosario la meditación y contemplación de los misterios,
sin la que su rezo quedaría como un cuerpo sin alma, y las oraciones vocales
impregnadas de ese clima de oración y devoción. La Iglesia celebra el 7 de
octubre la fiesta de Nuestra Señora, la Virgen del Rosario.
En cuanto a la forma de rezar el Rosario, digamos
que lo más habitual es contemplar cada día cinco misterios: los lunes y
sábados, los Misterios Gozosos, los jueves, los Luminosos, los martes y
viernes, los Dolorosos, y los miércoles y domingos, los Gloriosos, a no ser que
la celebración de las fiestas o tiempos litúrgicos aconseje otra opción.
Suele formar parte del Rosario la letanía,
"deprecación a la Virgen con sus elogios y atributos colocados por
orden", de la que hay varias fórmulas. Ofrecemos también algunos otros
elementos de uso particular, que pueden libremente omitirse.
Para favorecer la contemplación y meditación de los
misterios, enlazamos su enunciado con imágenes artísticas y redacciones
evangélicas.
Rezo del Santo Rosario
V. En el nombre del Padre, y del
Hijo, y del Espíritu Santo.
R. Amén.
V. Dios mío, ven en mi auxilio.
R. Señor, date prisa en socorrerme.
V. Gloria al Padre...
R. Como era en el principio...
Los misterios que hemos de contemplar son
Lunes y
sábados:
Los Misterios Gozosos
Primer misterio: La Anunciación y Encarnación del Hijo de Dios en las
purísimas entrañas de la Virgen María.
Un Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria.
[Al final de cada misterio suele decirse:]
Dios te salve, María, Hija de Dios Padre; Dios te
salve, María, Madre de Dios Hijo; Dios te salve María, Esposa del Espíritu
Santo. Templo y sagrario de la santísima Trinidad, no permitáis, Señora, que
ningún cristiano viva ni muera en pecado mortal ni venial. Amén.
Un Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria.
Un Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria.
Un Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria.
Un Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria.
¾
Señor, ten piedad
¾
Señor, ten piedad
¾
Cristo, ten piedad
¾
Cristo, ten piedad
¾
Señor, ten piedad
¾
Señor, ten piedad
¾
Cristo, óyenos
¾
Cristo, óyenos
¾
Cristo, escúchanos
¾
Cristo, escúchanos
¾
Dios Padre celestial
¾
Ten misericordia de nosotros
¾
Dios Hijo, Redentor del mundo
¾
Ten misericordia de nosotros
¾
Dios Espíritu Santo
¾
Ten misericordia de nosotros
¾
Trinidad Santa, un solo Dios
¾
Ten misericordia de nosotros
¾
Santa María
¾
Ruega por nosotros
¾
Santa Madre de Dios
¾
Ruega por nosotros
¾
Santa Virgen de las vírgenes
¾
Ruega por nosotros
¾
Madre de Cristo
¾
Ruega por nosotros
¾
Madre de la divina gracia
¾
Ruega por nosotros
¾
Madre purísima
¾
Ruega por nosotros
¾
Madre castísima
¾
Ruega por nosotros
¾
Madre virginal
¾
Ruega por nosotros
¾
Madre sin corrupción
¾
Ruega por nosotros
¾
Madre Inmaculada
¾
Ruega por nosotros
¾
Madre amable
¾
Ruega por nosotros
¾
Madre admirable
¾
Ruega por nosotros
¾
Madre del buen consejo
¾
Ruega por nosotros
¾
Madre del Creador
¾
Ruega por nosotros
¾
Madre del Salvador
¾
Ruega por nosotros
¾
Madre de la Iglesia
¾
Ruega por nosotros
¾
Virgen prudentísima
¾
Ruega por nosotros
¾
Virgen digna de veneración
¾
Ruega por nosotros
¾
Virgen digna de alabanza
¾
Ruega por nosotros
¾
Virgen poderosa
¾
Ruega por nosotros
¾
Virgen clemente
¾
Ruega por nosotros
¾
Virgen fiel
¾
Ruega por nosotros
¾
Espejo de justicia
¾
Ruega por nosotros
¾
Trono de sabiduría
¾
Ruega por nosotros
¾
Causa de nuestra alegría
¾
Ruega por nosotros
¾
Vaso espiritual
¾
Ruega por nosotros
¾
Vaso digno de honor
¾
Ruega por nosotros
¾
Vaso insigne de devoción
¾
Ruega por nosotros
¾
Rosa mística
¾
Ruega por nosotros
¾
Torre de David
¾
Ruega por nosotros
¾
Torre de marfil
¾
Ruega por nosotros
¾
Casa de oro
¾
Ruega por nosotros
¾
Arca de la alianza
¾
Ruega por nosotros
¾
Puerta del cielo
¾
Ruega por nosotros
¾
Estrella de la mañana
¾
Ruega por nosotros
¾
Salud de los enfermos
¾
Ruega por nosotros
¾
Refugio de los pecadores
¾
Ruega por nosotros
¾
Consuelo de los afligidos
¾
Ruega por nosotros
¾
Auxilio de los cristianos
¾
Ruega por nosotros
¾
Reina de los ángeles
¾
Ruega por nosotros
¾
Reina de los patriarcas
¾
Ruega por nosotros
¾
Reina de los profetas
¾
Ruega por nosotros
¾
Reina de los apóstoles
¾
Ruega por nosotros
¾
Reina de los mártires
¾
Ruega por nosotros
¾
Reina de los confesores
¾
Ruega por nosotros
¾
Reina de las vírgenes
¾
Ruega por nosotros
¾
Reina de todos los santos
¾
Ruega por nosotros
¾
Reina concebida sin pecado original
¾
Ruega por nosotros
¾
Reina elevada al cielo
¾
Ruega por nosotros
¾
Reina del santo rosario
¾
Ruega por nosotros
¾
Reina de la familia
¾
Ruega por nosotros
¾
Reina de la paz
¾
Ruega por nosotros
¾
Reina de la Orden Franciscana
¾
Ruega por nosotros
¾
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo
¾
Perdónanos, Señor
¾
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo
¾
Escúchanos, Señor
¾
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo
¾
Ten misericordia de nosotros.
Jueves:
Los Misterios Luminosos
Martes y
viernes:
Los Misterios Dolorosos
Miércoles
y domingos:
Los Misterios Gloriosos
Un Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria.
Un Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria.
[Terminado el rezo de los misterios
correspondientes, suele saludarse a la Virgen en sus "tres purezas" y
recitarle la Salve:]
V. Virgen purísima antes del parto.
R. Purifica nuestros pensamientos.
Avemaría.
V. Virgen purísima en el parto.
R. Purifica nuestras palabras.
Avemaría
V. Virgen purísima después del
parto.
R. Purifica nuestras obras y
deseos.
Avemaría
Para más obligar a la Virgen santísima, saludémosla
con una "Salve": Dios te salve...
Letanía lauretana
V. Ruega por nosotros, Santa Madre
de Dios.
R. Para que seamos dignos de
alcanzar las promesas de Cristo.
Oremos:
Derrama, Señor, tu gracia sobre nosotros, que, por
el anuncio del ángel, hemos conocido la encarnación de tu Hijo,
para que lleguemos, por su pasión y su cruz, a la gloria de la resurrección.
Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
O bien, cuando se rezan los misterios gozosos:
Te pedimos, Señor, que nosotros, tus siervos,
gocemos siempre de salud de alma y cuerpo; y por la intercesión de santa María,
la Virgen, líbranos de las tristezas de este mundo y concédenos las alegrías
del cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
O bien, cuando se rezan los misterios luminosos:
Dios todopoderoso y eterno, luz de los que en ti
creen, que la tierra se llene de tu gloria y que te reconozcan los pueblos por
el esplendor de tu luz. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
O bien, cuando se rezan los misterios dolorosos:
Señor, tú has querido que la Madre compartiera los
dolores de tu Hijo al pie de la cruz; haz que la Iglesia, asociándose con María
a la pasión de Cristo, merezca participar de su resurrección. Por Jesucristo,
nuestro Señor. Amén.
O bien, cuando se rezan los misterios gloriosos:
Oh Dios, que por la resurrección de tu Hijo,
nuestro Señor Jesucristo, has llenado el mundo de alegría, concédenos, por
intercesión de su Madre, la Virgen María, llegar a alcanzar los gozos eternos.
Por el mismo Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
V. Ave María Purísima.
R. Sin pecado concebida.
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